Ocurrió en Brasil y la noticia está siendo muy comentada en el país y ahora en el resto del mundo. El pasado 28 de enero, después de 4 horas de juicio contra Rafael Posselt, de 28 años de edad, quien disparó en cinco ocasiones a su novia después de una discusión en la calle y dos disparos le dieron en su cabeza, ella le dio un beso y lo abrazó.
Al terminar el juicio, Micheli Schlosser pidió permiso para abrazar y besar a Rafael: »Yo lo provoqué. Nunca me había agredido, siempre fue muy bueno conmigo y ya pagó por su error», explicó la mujer al jurado.
Posselt fue detenido y desde entonces ha estado en prisión preventiva, hasta esta semana, cuando se ha celebrado el juicio. El juez lo ha condenado a 7 años de prisión, pero quedará libre al presentarse dos condiciones que lo permiten en la ley penal brasileña: no tiene antecedentes y la condena es menor de 8 años.
»El hecho de que ella llegó no solo a la sesión plenaria, sino también a la audiencia de instrucción que tuvo lugar antes, y que quiere casarse con él, que quiere vivir el resto de su vida con un hombre que intentó matarla, sorprendió a todos», dijo casi sin creerlo el fiscal da Fontoura Porto, comparando lo sucedido con el síndrome de Estocolmo.
»Discutimos, lo provoqué mucho ese día y por eso disparó. Amenacé con denunciarlo a la policía por violación. Dije mucho sin pensar en ese día. Dije que lo denunciaría por asalto y otras cosas. Pero él nunca me agredió antes. No me quedo con un hombre que ataca», declaró la joven.
Vía Gaz.com.br
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