Del 27 de agosto al 4 de septiembre 70.000 personas se reunieron en el desierto Black Rock de Nevada, Estados Unidos para celebrar el festival anual de las artes y de la música Burning Man 2017.
En Burning Man no hay comercio ni dinero, aunque no son raras las «tiendas gratuitas» donde algo se regala (la Tienda de Abrazos Gratuitos, por ejemplo). Lo único que se vende es hielo y café, y no existen patrocinadores ni anunciantes. Es una sociedad donde se comparte, regala o se hace trueque, aunque esto es lo menos practicado, en el espíritu de los hippies y la contracultura de los 1960s. Los participantes traen su propia agua, comida y regalos. Todo lo que necesario para subsistir durante una semana. Las salidas durante la celebración son infrecuentes, aunque hay una gasolinera a unos 40 Km.
Los teléfonos y dispositivos similares no tienen ninguna utilidad porque no hay cobertura telefónica o internet. Las entradas cuestan alrededor de unos 400 dólares y suelen agotarse a los pocos minutos de ponerse a la venta.
Esto es Burning Man:
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