La reserva natural privada de Ingwelala, en Sudáfrica, se vio sacudida por los gritos de un hombre que fue atacado por una manada de leones. Antes de que los animales se dispersaran con la ayuda de disparos, se habían comido la mayor parte del cuerpo del hombre, salvo la cabeza, que estaba intacta.
En un primer momento la policía pensó que la víctima era un conductor de tractor que trabajaba en esta reserva privada, pero más tarde, cuando el conductor apareció vivo, la sospecha de que podía ser un cazador comenzó a crecer. También se recuperó un rifle de caza cerca de los restos de los muertos que casi confirmó que era un cazador furtivo que se había colado en la reserva privada.
El hombre había matado a 3 familias de babuinos y extendió los cuerpos para atraer y distraer a los leones para que fueran más fáciles de cazar. Pero este cazador cruzó los límites y al final fue devorado por los leones.
Solo quedan 30.000 leones en el planeta, incluyendo 20.000 en áreas de vida salvaje africana. Un gran número de ellos se mantienen en cautiverio para el entretenimiento.
(Vía)
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