Jared Hayams es un joven de Melbourne que pensó que «sería gracioso poder firmar con un pene», pero esta gracia se complicó cuando varias empresas e instituciones le llamaban quejándose.
«Cuando hice la firma saltó el ventilador extendió la mierda. Recibí llamadas y cartas que me decían que no podía tener esa firma. En ese momento pensé, esto es interesante, ¿por qué no?», dice.
Jared tomó la decisión de defender su firma ante las autoridades australianas. Después de haber recibido la última negativa legal el pasado 8 de enero, finalmente Jared se ha salido con la suya y podrá firmar con orgullo con el garabato.
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