Cinco loros grises africanos que fueron adoptados por el Lincolnshire Wildlife Park, en Reino Unido, el pasado 15 de agosto tuvieron que ser aislados tras insultar a los turistas.
El tiempo que estuvieron aislados previamente se enseñaron lenguaje soez, algo que ya incomodaba a los trabajadores, que tuvieron que tomar medidas cuando los animales empezaban a insultar a los visitantes del parque.
A la media hora de exhibirlos al público ya empezaron a insultar a un cliente. En un primer momento lo encontraron divertido, pero »estábamos preocupados porque se acercaba un fin de semana y vendrían niños», explicaron desde el parque, por lo que decidieron volver a aislarlos.
El plan es colocar a las aves separadas para que no se retroalimenten entre sí.
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