Ocurrió en Avellaneda, una ciudad argentina al sur de Buenos Aires. Los dueño de un taller mecánico de chapa y pintura, Kaskote Calcos, recibieron un insólito encargo: Llevarse unos coches viejos que aparecieron en una nave abandonada.
La nave fue un concesionario de coches y al nuevo propietario no le interesaban los coches que había allí dentro. Eran vehículos nuevos de los años 90 que llevaban 30 años olvidados. El dueño de la nave acababa de heredar varias propiedades y quería venderlas sin importar lo que había dentro.
»El heredero de semejante tesoro no estaba interesado en los autos, sólo reclamó sus propiedades. Lo único que dijo al abrir el galpón (nave) y ver todos los autos allí dentro es que había que sacar toda esa mugre», explicaron los encargados de Kascote Calcos en su cuenta de Instagram.
»Tuvimos la suerte de que nos contactara por Instagram ofreciéndonos el lote de vehículos de Km 0 que le quedaba, lo cual nos interesó e intrigó mucho. Después de quedar con él en persona accedimos a quedarnos con los autos».
Había varias unidades de Fiat Uno 70 S, Fiat Tipo, Duna, Ducato y hasta un Fiat Tempra, la variante sedán del Tipo que fue presentada en 1990, por lo que seguramente era una de las primeras unidades de ese modelo en Argentina. También había varias unidades de Alfa Romeo 33 Pininfarina, Alfa Romeo 133 y Peugeot 405.