El Juzgado de lo Penal número 10 de Málaga ha condenado a la mujer acusada de participar en la llamada Gran Procesión del Santo Chumino Rebelde a una pena de nueve meses de multa con una cuota diaria de 10 euros por un delito contra los sentimientos religiosos y a pagar las costas del procedimiento judicial.
La sentencia le absuelve del delito de provocación a la discriminación, al odio y la violencia del que también estaba acusada; una resolución que no es firme y contra la que cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial.
La Asociación de Abogados Cristianos ejerció la acusación particular, y su presidenta, Polonia Castellanos, ha celebrado la sentencia y ha asegurado que «las ofensas gratuitas, innecesarias y deliberadas contra los católicos no pueden quedar impunes si queremos vivir en un estado democrático».
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