Ocurrió en Londres. Un motorista circulaba por una calle cuando se encontró con un autobús que no había hecho bien el ceda. El motorista le recriminó esto al conductor y unos metro más adelante, en la parada, se bajó de la moto y se acercó a la puerta del bus para hablar con él.
El conductor le animó a pasar y una vez dentro, este le cerró la puerta y lo dejó encerrado…
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