Ha ocurrido en Victoria, Canadá. A un conductor le dieron el alto en un control de alcoholemia y cuando se le requirió su carnet de conducir, el individuo le dio al agente una hamburguesa que había comprado minutos antes en lugar del permiso.
Los agentes tuvieron que evitar que este conductor siguiese circulando con su vehículo y fue trasladado a un hospital por precaución.
Como sanción, se le retiró el permiso de conducir durante 90 días.
La policía de Victoria está llevando a cabo la campaña »CounterAttack», ya que en esta época del año es cuando aumentan considerablemente las personas borrachas al volante.
(Vía)