La policía detiene a un coche Uber para arrestar al pasajero. El conductor tiene una cámara en el interior del vehículo y graba todo el momento.
Uno de los policías le indica al conductor que deje de grabar, pero este resulta ser un abogado que conduce a tiempo parcial para ganar un dinero extra. El hombre se niega a dejar de grabar y el policía le dice que salga del coche y el conductor también se niega a ello.
El policía le dice que van a proceder a registrar el coche y el conductor le dice: »No vas a registrar mi coche». Al final llaman a los perros de la unidad K-9 para localizar droga, lo único que pueden hacer de forma legal sin tocar el coche.
18 Comments
Leave a Reply