Joseph Oldendorf estaba haciendo trekking por el Parque olímpico nacional de Washington cuando se rompió el tobillo, dejándolo herido a unos 19 kilómetros de donde podía pedir ayuda.
»Cuando me lastimé no tenía señal, no servía el teléfono. Me di cuenta que mi única posibilidad era arrastrarme hasta acercarme lo suficiente donde otra vez pudiera comunicarme con alguien, es un terreno de muchas piedras, nieve y humedad, por lo que al poco tiempo mis rodillas ya estaban peladas», explicó el corredor después de recibir atención médica.
Joseph se puso los zapatos sobre las rodillas, pero esto no mejoró mucho la situación, ya que las temperaturas eran de -3ºC. Después de siete horas arrastrándose, por fin pudo comunicarse con los Emergencias y mandaron ayuda de inmediato.
Con el miedo de morir congelado, el corredor siguió arrastrándose para no quedarse dormido.
Finalmente Joseph fue rescatado con éxito.
Las autoridades han recomendado no ir solos por el parque ya que este tipo de accidentes han causado la muerte de decenas de personas a lo largo del año pasado.
(Vía)