Este músico callejero de Malasia estaba a punto de irse de la zona donde estaba tocando puesto que no había mucha gente escuchándole, hasta que se pusieron frente a él cuatro gatitos de tres meses de edad.
»De repente los gatitos llegaron y se sentaron frente a él, que continuó cantando. Fue como si los gatos vieran cómo se sentía y le mostraran su apoyo. Los gatitos fueron su audiencia hasta que terminó, y entonces les dio las gracias» escribió el autor del vídeo.
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