El momento se registró en la ciudad de Luliang, en la provincia de Shanxi, en el norte de China. Un hombre destrozó con una excavadora el Range Rover dorado de otra persona que le debía una gran cantidad de dinero y no le pagaba.
La enorme excavadora destrozó la parte delantera del coche después de dejar caer una bola sobre el parabrisas.
Los vecinos no daban crédito a lo que estaban viendo. El hombre explicó más tarde a la policía que el dueño del Range Rover le debía dinero y después de pedírselo en multitud de ocasiones nunca se lo daba, así que decidió actuar por su cuenta descargando toda su rabia contra el coche del deudor.