Joan Yern Mayans, juez de paz de la isla de Formentera desde hace 20 años, ha sido detenido por obligar a trabajar a los empleados de su restaurante, El Pirata, en la playa de Illetes, con coronavirus.
Hace 15 días,dos trabajadores dieron positivo. En ese momento se activó un protocolo de aislamiento, pero cinco personas que deberían de estar aisladas en sus casas esperando las pruebas PCR, estaban trabajando.
El 112 recibió varias llamadas alertando de la situación y la dirección general de Emergencias e Interior, y la de Salud Pública realizaron una inspección. Agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil sorprendieron a los trabajadores en el local.
El 14 de agosto el Gobierno de Baleares decretó el cierre del local. En ese momento el número de contagiados ya se había elevado a 15, sobre una plantilla de 45. Se piensa que los infectados podrían ser más, incluso haber afectado a clientes.
El Gobierno balear ha emitido un comunicado pidiendo la colaboración ciudadana para que los clientes que estuvieron en el establecimiento entre el 10 y 14 de agosto se hagan una prueba PCR. Los vecinos de Ibiza y Formentera afectados deben llamar al teléfono 608 548 577.
El propietario del local fue citado en el cuartel de la Guardia Civil el domingo por la mañana y quedó detenido. También uno de los encargados del local fue llamado a prestar declaración, investigado por un posible delito de coacciones a los trabajadores.
Tras pasar la noche en el calabozo, el juez de paz quedó el libertad con cargos y se le imputa un delito de lesiones, por presuntamente haber favorecido la propagación del virus; y otro contra los derechos de los trabajadores, por no respetar la normativa en riesgos laborales.
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