Bram Stoker creó el personaje de Drácula para su novela de terror que fue publicada en el año 1897 y lo hizo inspirándose en Vlad Tepes, príncipe de Valaquia, hoy el sur de Rumania, entre 1456 y 1462. Vlad era conocido como ‘Vlad el Empalador’ (por practicar el empalamiento a miles de personas, como un método para castigar a los traidores) y padecía una enfermedad llamada ‘porfiria eritropoyética’. Entre otras cosas, esta enfermedad se caracteriza por retraer las encías, causar fotosensibilidad, anemia y estar en contacto con el aroma de ajo o ingerirlo puede agravarla.
El retrato de Vlad III del Palacio de Ambras (pintura al óleo, c. 1560).
Copia de un original hecho en vida del príncipe.
La documentación para crear al personaje de Drácula llevó a Bram Stoker a dotar al mismo de los síntomas de esta enfermedad, por eso los vampiros de cualquier novela, cómic o película son sensibles a la luz del sol, necesitan sangre para sobrevivir, les crecen los colmillos y son ahuyentados con ajo.
Luke Evans, actor que encarna a Vlad en Drácula Untold, lo describe como un líder, guerrero y luchador…
3 Comments
Leave a Reply