Daniel Santulli tenía 18 años y estaba en su primer año de universidad. Ocho meses después de aquella noche, «todavía no habla ni camina. Está en una silla de ruedas. Ha perdido la visión. Pero nos oye y sabe que estamos ahí», ha explicado su madre.
El 20 de octubre de 2021 se celebraba en la fraternidad una ceremonia conocida como la «noche de revelación del padre de los novatos», por la que los principiantes debían someterse a una serie de pruebas ordenadas por los veteranos.
Danny tuvo que beberse una botella entera de vodka, además de consumir cerveza desde un tubo. La ingente ingesta de alcohol hizo que en mitad de la fiesta se desplomara en medio de la habitación, por lo que sus compañeros le trasladaron a otra estancia y le tumbaron sobre un sofá, desde el que cae una hora después.
En esa posición permanece tendido durante al menos 15 minutos, cuando integrante de la hermandad intenta volver a tumbarlo. Poco después, más jóvenes aparecen para cargar al estudiante por el pasillo, donde se golpea de nuevo contra el suelo, para llevarlo hasta el coche, según se puede ver en las imágenes difundidas por el medio.
Así le trasladaron hasta el hospital universitario, donde le dejaron dentro del coche a las puertas del recinto, donde le encontraron los médicos. No respiraba y estaba sufriendo un paro cardíaco como consecuencia de una intoxicación etílica a causa de la gran cantidad de alcohol que tenía en sangre, casi 0,46.
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