La dueña del bar de empanadillas vigués A Tapa do Barril, Ana Terzado, empezó a recibir el 9 de agosto, a última hora, notificaciones de Google con nuevas reseñas. Todas eran valoraciones de una estrella que alegaban haber encontrado pelos en la comida o incluso cables de estropajo. Ella llevaba trabajando desde las 09.00 horas en otro local de la calle López Mora y desconocía que hubiese pasado nada en el establecimiento de la Porta do Sol, así que llamó a Rebeca, la encargada, y esta le explicó lo que ya califican como «incidente». Durante una transmisión en directo, el youtuber Borja Escalona la presionó para no pagar una empanadilla a cambio de la promoción al local, que en ningún momento estaba acordada con la empresa. Al negarse, le pagó de malas formas y le aseguró que la empresa iba a recibir una factura de 2.500 euros. Vía
Un «youtuber» arrincona a la trabajadora de un bar de Vigo: «Yo solo como cosas gratis» ? https://t.co/WaPfy5qUMP pic.twitter.com/PCCNptpZ9b
— Afectadas X la «Organización Criminal «BB Serveis (@AfectadosBBS) August 12, 2022
Comunicado del local en Instagram:
Este año, cumplimos 50 años. 50 años en los que no han faltado madrugones, horas extra, una pandemia y mucho, mucho trabajo duro.
Ayer, en nuestro local de Porta do Sol, vivimos un incidente muy desagradable que ha comprometido nuestra imagen de marca, a una de nuestras trabajadoras y por tanto, a todo el equipo que formamos parte de A Tapa do Barril. Os contamos brevemente:
Ayer, un youtuber (cuyo nombre no vamos a mencionar para no tener que pasarle factura por la promoción en nuestras redes), consideró oportuno hacer un directo, sin previo acuerdo, en nuestro local. Decidió probar una de nuestras empanadillas y mientras la saboreaba, le pareció gracioso o divertido, vacilar a nuestra compañera y por supuesto, nuestro trabajo ya que también quería irse sin pagar porque “nos estaba promocionando ante toda España”.
Cobrar por nuestro trabajo y no pasar por el aro de esta persona, ha supuesto decenas de puntuaciones negativas en nuestro perfil de Google (personas que nunca han comido ni una de nuestras empanadillas) y llamadas a nuestro negocio insultando a nuestro equipo.
También ha sido un disgusto para una persona que estaba haciendo su trabajo y que salió de la situación de la mejor forma posible: con profesionalidad y respeto.
Desde aquí, queremos dar las gracias a todos los mensajes de cariño que estamos recibiendo y también, alertar del uso que ciertas personas están extendiendo a través de las redes sociales: mensajes y discursos desde el odio y la violencia, desde la falta de respeto y el “todo vale” por el click.
Nosotrxs lo tenemos claro, con redes o sin redes, seguiremos otros 50 años más, haciendo lo que sabemos hacer: trabajar, trabajar y trabajar.
¡Adiós haters! ?? ¡Hola empanadillerxs! ✌?
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