El ladrón, identificado como Federico Luis Acosta, entró a robar en un kiosco de Tucumán, en Argentina, se le escapó un tiro que alcanzó su propia pierna y acabó muriendo en el hospital.
La cámara de seguridad del establecimiento captó perfectamente el momento. Federico amenazó a un cliente y cuando se disponía a guardar el arma, esta se le disparó. Acto seguido se puede ver cómo el hombre sale del local y se monta en la moto que tenía fuera.
La policía lo encontró gravemente herido a dos manzanas del establecimiento. Al parecer, el hombre venía de robar en otros dos comercios.
Federico presentaba una herida de bala a la altura de la ingle. Fue trasladado al hospital de urgencia y murió a medianoche.
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