Joel Cervantes iba conduciendo por Little Village, un barrio de Chicago, en Estados Unidos cuando vio a un hombre de avanzada edad empujando un carrito de helados. Este hombre se llama Fidencio Sánchez, tiene 89 años de edad y desde hace 23 vende helados.
Fidencio solía vender los helados junto con su esposa Eladia, hasta que la salud de la mujer le impidió seguir haciéndolo. Ahora él se ocupa del trabajo para poder seguir pagando las facturas.
»Me rompió el corazón ver a este hombre, que debería estar disfrutando de su jubilación, trabajando tan duro a su edad», explicó Joel.
»Paré el coche y le saqué la fotografía. Después me acerqué al hombre, le compré 20 helados, le di un billete de 50 dólares y le dije que Dios lo bendiga. Luego me fui».
Pero aquí no acabó la historia. Joel y su amigo Joe Loera crearon una campaña en GoFundMe para recaudar 3.000 dólares para Fidencio y su esposa, pero Internet respondió de una forma inesperada: La campaña lleva recaudado más de 300.000 dólares en sólo unos días. Esta es la página de la campaña.
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