una enfermera ha sido expedientada en el Hospital Clínico Regional de la localidad rusa de Tula, a 160 kilómetros al sur de Moscú, por ir a trabajar ataviada con una EPI bajo la que sólo vestía ropa interior. La mujer trabajaba en la zona de pacientes con covid-19.
Un empleado fue quien denunció la situación a los gerentes del centro, según un periódico local. A pesar de que «no hubo quejas» de ningún paciente, la mujer recibió una sanción por «incumplimiento de los requisitos de vestimenta médica», ha confirmado la autoridad sanitaria regional.
La enfermera se defendió explicando que no se había dado cuenta de que la EPI se transparentaba.
El hospital afirmó en un primer momento que lo que vestía la enfermera, de unos 20 años de edad, era lencería, pero después rectificó y reconoció que probablemente se trataba de un traje de baño.
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