Ocurrió en un centro de reciclaje de East Cambridgeshire, en Reino Unido. A este empleado le explotó una bengala marina en sus manos en el área de clasificación manual.
La bengala llegó con el reciclaje de aluminio y le explotó en las manos a uno de los trabajadores.
Afortunadamente estaba protegido con ropa de trabajo y no resultó herido, pero las consecuencias podrían haber sido mucho peores.
El trabajador paró las operaciones y más tarde, después de una inspección minuciosa de la cinta transportadora, encontraron unas segunda bengala.
Las bengalas se mezclaron con la basura doméstica y la empresa ha pedido a los residentes de Cambridgeshire y Peterborough que no tiren artículos peligrosos como estas bengalas o baterías en la basura.
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