El »Figging» es la práctica de insertar un trozo de raíz de jengibre pelado por el ano humano o por la vagina para generar una sensación de ardor aguda. Históricamente, este fue un método de castigo, pero desde entonces se ha adoptado como una práctica de BDSM.
Este método de castigo físico se utilizó por primera vez como una forma de disciplina para las esclavas en la antigua Grecia.
Para utilizarlo como práctica sexual, el trozo de jengibre hay que pelarlo en forma de dedo. Causa una sensación de ardor intensa y, a menudo, una incomodidad insoportable para el sujeto.
El efecto alcanza el clímax dentro de dos a cinco minutos después de la inserción, y persiste durante unos treinta minutos antes de disminuir gradualmente.
Después de su uso, se puede pelar más todavía y se puede usar para extender la experiencia.
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