Francisco Martínez, de 21 años de edad, toreaba en la plaza de toros de Querétaro, en México cuando recibió una cogida que lo dejó inconsciente en la arena. Su hermano estaba allí y al verlo, no tardó ni un segundo en saltar al ruedo y protegerlo del toro con su cuerpo.
»No me lo pensé, estaba muy preocupado porque el golpe había sido terrible. Los banderilleros le habían quitado al novillo de encima ya pero de pronto hizo de nuevo por él y decidí protegerle por lo que esperé el golpe», explica su hermano.
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