Una madre se quedó totalmente desolada cuando comprobó el estado en el que quedó la casa que tenían alquilada después de una fiesta que organizó su hija adolescente.
La hija de Sam Maboott, Amey Holmes-Evans de 16 años de edad, invitó a dos amigas para hacer una fiesta por la noche en la casa familiar y así celebrar su 17 cumpleaños. Todo se convirtió en un caos cuando se corrió la voz por la universidad de que se organizaba la fiesta. Deceneas de vándalos drogados se colaron mientras estaban realizando la fiesta de pijamas y destrozaron la casa.
Orines en la ropa de cama, agujeros en el techo, el árbol de navidad destrozado, todos los adornos arrancados, daños que en total tuvieron un coste aproximado de 25.000 euros. En la casa también se encontraron restos de drogas.
De una fiesta tranquila pensada para tomar unas pizzas y ver una película, pasó a ser un auténtico caos con 60 gamberros dentro de la casa destrozando todo lo que veían a su alcance.
La policía de Hampshire, Reino Unido está tratando lo sucedido como un acto criminal y ya se han empezado a hacer las primeras investigaciones para detener a los culpables.
(vía)
Jajaja me hubiese gustado ir MUHAHA!