Max Van Gorder se casó hace unos meses con su novia Lydia en una ciudad de Pensilvania, pero en ese día tan especial faltó un invitado muy importante: Su hermana Vanessa, que falleció hace años en un accidente de coche.
Por este motivo, Max quiso hacer un homenaje para que de alguna forma ella estuviese presente en ese día. Sus padres, Scott y Elizabeth soltaron varias mariposas por la creencia de que »los seres queridos los pueden volver a visitar en forma de este insecto».
Cuando las soltaron, las mariposas no se marcharon volando, sino que se posaron sobre ellos y estuvieron durante toda la ceremonia. Además, la propia novia también tuvo a dos de ellas en su vestido.
La fotógrafa Jessica Manns capturó estos momentos y los compartió asegurando que »son una de las cosas más emotivas que he presenciado en una boda».
5 Comments
Leave a Reply