Intercambiador de Príncipe Pío, en el metro de Madrid. Un padre, que iba con su hijo, empezó a increpar y a insultar a dos jóvenes por darse un beso antes de despedirse. El problema para el hombre es que se trataba de dos chicos.
«Tendría que daros vergüenza delante de los niños», les dijo el hombre sobre el beso que se acababan de dar. Y las amenazas fueron a más: «Empezó a decirnos que nos iba a matar», cuenta el joven afectado.
Fue un trabajador de metro quién intercedió al instante en favor de los jóvenes, respondiendo a los insultos del hombre y diciéndole que cada uno es libre de hacer lo que quiere.
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