Integrantes de la Royal Navy desafiaron vientos de hasta 144 km/h para completar un ejercicio de entrenamiento aterrador en el Océano Austral.
Las imágenes fueron grabadas el 1 de febrero y podemos ver un pequeño bote patrullero navegando sobre un mar agitado.
El que grabó el vídeo dijo que si el barco se hubiera volcado, la operación de rescate habría sido difícil ya que el mar está helado y se encuentran en un lugar remoto.