Ocurrió durante un combate en el torneo Grand Slam de judo celebrado en Bakú. El portugués Anri Egutidze se enfrentaba al sueco Robin Paseka cuando en un momento de la pelea al primero se le cae su teléfono móvil del kimono.
Paseka rápidamente agarró el teléfono y se lo enseñó al juez. El portugués fue descalificado porque está prohibido llevar cualquier objeto al tatami.
Este fue el momento del incidente:
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