Rakeem Nuñez-Roches, jugador de la NFL que juega en los Bucaneros de Tampa Bay adoptó a una perrita abandonada de raza mastín italiano que tenía tan solo unos meses de edad y le puso el nombre de Jitterbug.
Después de varios meses en el hogar, Rakeem supo que iba a ser padre y decidió abandonar a la perra en una carretera y la dejó allí a su suerte.
Tras más de 24 horas la encontraron, desubicada y deshidratada. Los veterinarios identificaron al animal y llamaron al jugador.
»Llamé el martes y me dijeron que él había respondido y que la recogería el domingo. Pensé que era extraño porque jugaban en Detroit el domingo, a las 4:25, así que, ¿cómo volvería? ¿la recogería a las 7?», dijo una de las voluntarias a Bay News 9.
La mujer del jugador confirmó que »entregaron a su perro porque esperaban un hijo». Una acción lamentable pero con final feliz. Jitterbug fue finalmente adoptada por una familia.
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