Se llama Kirill Tereshin, tiene 21 años de edad y se ha inyectado synthol en los brazos, un aceite que está compuesto principalmente de ácidos grasos y en menor medida de alcohol benzílico y lidocaína. El Synthol permite que el músculo se expanda y en consecuencia, aumenta su volumen.
Los brazos de Kirill están ahora desproporcionados con el resto de su cuerpo. El joven empezó a inyectarse este aceite después de dejar el ejército en verano y en 10 días consiguió aumentar sus bíceps 25 centímetros.
Empezó inyectándose 250 mililitros pero vio que con esa cantidad los músculos no iban a crecer más de dos centímetros y medio. »Para conseguir llegar a una buena medida te tienes que inyectar litros (de synthol) en los brazos», explicó en una entrevista.
»Cuando lo hacía, tenía 40 de fiebre, estaba tirado en la cama, sintiendo que iba a morir pero después todo volvió a la normalidad».
Los doctores avisan que esta práctica puede causar embolias pulmonares, daños en el sistema nervioso, infecciones, lipogranuloma esclerosante, derrames, quistes y úlceras llenas de aceite en el músculo.
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