Ocurrió en la localidad inglesa de Guildford. Unos minutos antes de que un atleta apareciese llevando en sus manos la Llama Olímpica, un empleado de una oficina de la zona bajó a poner la nota de humor a esa tarde. Saltó a la calle a correr con su Llama Olímpica particular, nada más y nada menos que una Banana. Este fue el momento en vídeo:
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Fotografías: