El Ayuntamiento de la Bisbal d’Empordà (Girona), ha suspendido de empleo y sueldo a dos agentes de la policía local del municipio que han intentado detener a punta de pistola (según el consistorio, una pistola de gas pimienta) a dos jóvenes que supuestamente habrían incumplido el confinamiento.
Ocurrió ayer sábado. Según explicó uno de los jóvenes, los agentes le pidieron que se fuera a casa. Este estaba con otra persona y se metió en el portal, momento en el que la policía le dijo que se identificara, pero el chico se negó.
El joven explicó que dentro del portal, el policía lo agarró para sacarlo a la calle. En ese momento llegó su hermano para intentar evitar que los policías lo arrestasen. Uno de los agentes le dio una patada al hermano, que cayó al suelo mientras le apuntaba con una pistola eléctrica.
La madre y una hermana menor salieron a la calle y uno de los agentes sacó una pistola y apuntó directamente a la cabeza de la madre.
Al final, los policías se fueron y los dos chicos, acompañados de un amigo, fueron a la comisaría de la Policía Local para reclamar los números de placa de los dos agentes, a fin de denunciarlos el lunes en los juzgados.
El equipo de gobierno envió un comunicado explicando que la actuación policial es «desproporcionada» y ha suspendido de empleo y sueldo a los agentes además de abrirles un expediente mientras investiga los hechos. El consistorio también ha dejado claro su «absoluto rechazo» a los ataques racistas.
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