La Fortaleza de la Plaga, más conocida como Fuerte Alejandro I, es una fortificación que está a 30 kilómetros de San Petersburgo y que sirvió para proteger a la entonces capital de Rusia y como laboratorio de investigación de la peste y otras enfermedades.
La fortaleza tenía 103 cañones, pero nunca fue escenario de ninguna batalla real.