El físico Werner Heinsenberg dijo: «Cuando me encuentre a Dios, le haré dos preguntas: ¿Por qué la relatividad? y ¿por qué la turbulencia? De veras creo que tendrá respuesta para la primera».
Tan difícil como es de entender la turbulencia matemáticamente, podemos usar el arte para representar su aspecto. Natalya St. Clair nos muestra cómo Van Gogh capturó este misterio profundo del movimiento, el fluido y la luz en su obra.