Los vecinos de Alicante han vivido hoy una situación “surrealista”, como declaraba una de las residentes. La pantalla de un local cerrado ha comenzado a emitir un vídeo sexual.
Los policías, incapaces de parar la reproducción y de ponerse en contacto con el dueño del local, han tenido que tapar el escaparate del bar con mantas térmicas para evitar que los niños que cruzan esa vía para ir al colegio colindante viesen las imágenes.
Todo apunta a que alguien desde el exterior con un mando compatible o con un teléfono móvil encendió la televisión y comenzó a reproducir los vídeos, ya que según el dueño del local, él mismo apagó la tele pero no desconectó la fuente de alimentación.
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