Un hombre fue internado en el Gloucestershire Royal Hospital de Gloucester, Reino Unidos, al presentarse con un proyectil de la Segunda Guerra Mundial alojado en su recto, lo que obligó además a la intervención del escuadrón antibombas de la policía y especialistas médicos.
El hombre dijo que era coleccionista de objetos militares y explicó que se encontraba acomodando su arsenal cuando tropezó y cayó de forma extraña sobre el fusil de 80 años de antigüedad, un proyectil antitanque de 57mm.
«Él dijo que puso el proyectil en el piso, tropezó y cayó sobre él, y fue directo a su trasero».
El peligro era que el proyectil todavía permanezca activo, representando un riesgo para la vida de los demás, además de para el perjudicado.
Una segunda fuente dijo a The Sun que el proyectil era “una bala sólida redondeada, un trozo de plomo grueso y puntiagudo diseñado para atravesar el blindaje de un tanque” y que «era básicamente un trozo inerte de metal, por lo que no había riesgo para la vida de nadie más”.
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