Ojo, este post contiene imágenes que podrían arruinar tu comida o cena. Ketrina Hill, de 27 años de edad, consumió las placentas de sus dos hijos y afirmó que el proceso le dio grandes beneficios.
Ketrina, de Cambridgeshire, consumió las placentas en forma de chile y de burrito. La madre guardó las placentas en el congelador tras volver del hospital y las sacó cuando decidió cocinarlas.
»Leí mucha documentación sobre la encapsulación de placenta pero no podía pagarla, así que decidí investigar a las personas que la habían ingerido. Encontré muchos beneficios, incluida una recuperación rápida, menos posibilidades de depresión posparto y un aumento en la producción de leche, y también amamanté a ambos niños».
»Tuve una gran recuperación con la primera, me sentí con energía y estaba haciendo todo lo que hacía antes de nacer muy rápido y me sentía bien conmigo misma».
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