En la villa escocesa de Alloa una madre envió al colegio a su hijo con un muñeco de oveja erótica. La madre lo compró como complemento a su disfraz de pastor para una representación navideña del colegio.
El hijo volvió de la escuela y le dijo a su madre que la profesora le había dicho que dejase la oveja en casa. La madre se sorprendió pero su sorpresa aumentó cuando se dio cuenta de que la oveja tenía unos labios rojos, pestañas y un agujero en la parte trasera.
La maestra se dio cuenta de los detalles cuando el chaval infló la oveja en el colegio y le dijo que no la volviese a llevar.
La madre había comprado el muñeco a través de Amazon sin darse cuenta de su función.
El chaval no quiso deshacerse de la oveja a pesar de que su madre le dijera que no podía tenerla. »Ahora estará en su habitación rellenando de Lego el agujero, no sé si reír o llorar», decía la madre desesperada en una entrevista.
3 Comments
Leave a Reply