Rivers Jasper es un niño de tres años de edad que estaba de viaje con sus padres en Bali cuando comenzó a sufrir quemaduras y graves ampollas en su pecho y espalda. Todo empezó cuando su madre le aplicó una crema protectora solar de Peppa Pig.
Minutos después de echarle la crema, la piel del pequeño se empezó a poner roja y este comenzó a quejarse de un gran dolor y escozor. Al día siguiente Rivers empezó a vomitar y sus hombros, cara y orejas también se vieron afectadas por las quemaduras que le provocó la loción.
Sus padres decidieron grabar el torso de su hijo para denunciar e informar en las redes sociales de las consecuencias de esta crema de protección solar.
»Ahora está completamente petrificado cuando tratamos de poner cualquier tipo de aerosol, loción, incluso en el baño sobre su espalda», señala la madre.
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