Nueve jóvenes de entre 21 y 31 años han sido detenidos en Málaga como presuntos autores de delito grave de desobediencia a agentes de la autoridad, tras negarse reiteradamente a identificarse y a cesar los ruidos con los que molestaban a otros inquilinos, ya que estaban celebrando una fiesta ilegal.
Además, en un momento dado, echaron dinero de mentira por debajo de la puerta, mandando a los agentes a que les compraran churros y más alcohol.
Cuando la policía llegó al lugar vieron que la puerta estaba medio abierta y la cerraron desde dentro de un portazo. Los agentes llamaron muchas veces y los jóvenes acabaron abriendo. Los policías vieron que se trataba de una habitación pequeña con un aseo y dentro había 9 personas consumiendo alcohol y drogas.
Todos se negaron a identificarse y volvieron a cerrar la puerta de un portazo entre risas y gritos tales como: «Venga sigamos la fiesta que aquí no pueden entrar» o «van a estar en la puerta hasta que terminemos».
Los agentes les avisaron de nuevo a través de una ventana que había bajo la puerta pero no hicieron caso. Además, pasaron billetes de imitación por debajo de la puerta y les dijeron a los agentes que se comprasen churros.
Al final fueron detenidos según iban saliendo del inmueble a diferentes horas. Lo habían reservado el día anterior para una sola noche.
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