Un nuevo vídeo publicado desvela como varios policías de Dallas (Texas), «temiendo por sus vidas», mataron a un enfermo mental de 38 años de edad llamado Jason Harrison.
El incidente tuvo lugar el pasado 14 de junio después de que la policía acudiera a la casa de la madre de Harrison, después de que esta llamara al 911 para pedir ayuda para llevar a su hijo al hospital y explicara que «estaba fuera de sí y que padecía esquizofrenia y trastorno bipolar».
En el vídeo se puede ver como fue la actuación de la patrulla de policía que se presento en la casa unos minutos después de que la madre de Harrison realizara la llamada.
Inicialmente los policías afirmaron que temieron por sus vidas y se vieron obligados a disparar a Harrison después de que él se abalanzara sobre ellos con un destornillador.
En el vídeo se puede ver como la madre del joven sale caminando fuera de la casa, explicando a los policías que su hijo está fuera de sí. Siguiendo a la mujer salió Harrison, quien sostenía en sus manos un pequeño destornillador.
Segundos después ocurrió la desgracia. Lo que podía haber sido una entrega completamente pacífica acabo en un trágico suceso.
The Dallas Morning News publicaba:
«Este es un vídeo perfecto para el Departamento de Policía de Dallas, para usarlo en la formación de ejemplo de lo que no se debe hacer», comentó Sean Harrison, hermano mayor de Jason. «No se les grita, eso sólo los agita».
Pero los oficiales dispararon a Harrison ya que temían por su vida, dijo su abogado, Chris Livingston. Él dijo que matar a alguien con un destornillador sería «bastante fácil. Sólo hace falta un golpe».
La familia ha presentado una demanda contra el departamento de policía alegando que Harrison no presentaba una amenaza. Afirmaron que el destornillador que sostenía era pequeño, uno de esos usados para los ordenadores. Además, Harrison nunca había sido violento antes.
La policía de Dallas han dicho que están realizando una investigación interna por si los agentes incumplieron alguna ley. Según explicó el portavoz policial José García, el departamento no ha hecho ningún pronunciamiento y ha remitido el expediente a la oficina del fiscal del condado de Dallas.
Los dos policías, John Rogers y Andrew Hutchins ya están de nuevo trabajando en el cuerpo a la espera de la revisión del caso.
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