Ocurrió en la localidad de Kirkwood, Estados Unidos. Un conductor paró a repostar y al irse olvidó sacar el surtidor de su vehículo y el despiste acabó con un Lamborghini Huracan en llamas.
La historia la contó a través de Facebook Parker Gelber, quien llegó a la gasolinera en su Lamborghini a compañado de un amigo que también iba en otro Lambo. Ambos dejaron los coches al lado de los surtidores y entraron a comprar algo en la tienda cuando vieron una bola de fuego por la ventana.
El coche azul quedó envuelto en llamas mientras que el el rojo tuvo más suerte. La culpa la tuvo un conductor que olvidó retirar la boquilla del surtidor y al irse la gasolina cayó directamente en el motor del Lamborghini y al instante se incendió.
Otro cliente de la gasolinera grabó justo ese momento cuando estaba haciendo un vídeo a los coches:
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