El fotógrafo de National Geographic Paul Nicklen y sus compañeros del grupo para la conservación »Sea Legacy» llegaron a la isla de Baffin, en el extremo nororiental de Canadá, y se encontraron con un oso completamente esquelético muriendo de hambre.
»Nos quedamos allí llorando, grabando mientras las lágrimas caían por nuestras mejillas», explica Paul.
»Cuando los científicos dicen que los osos acabarán extinguiéndose, quiero que la gente se dé cuenta del aspecto que tiene esa extinción. Los osos se van a morir de hambre», denuncia.
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