Los petardos y otros elementos de pirotecnia como los fuegos artificiales pueden provocar momentos muy desagradables para los animales domésticos, pero el caso de la perrita Magui ha sido todavía más dramático.
El pasado 14 de diciembre empezaron a tirar petardos y fuegos artificiales en la ciudad argentina de Esquel y la perrita no pudo soportar los estruendos, sufrió un ataque y acabó muriendo en los brazos de su dueño.
La familia de Magui contó lo sucedido a través de Facebook y la organización ADAE (Adoptá-Esterilizá-Educá) fue quien movió la publicación. Antonella explicaba con mucha tristeza cómo su hijo hizo todo lo posible para calmar a su perrita, que finalmente murió en sus brazos, sin poder ser asistida por ningún veterinario.
La familia ha quedado destrozada después de la pérdida de Magui y ha publicado la historia para concienciar sobre el problema de los fuegos artificiales y cómo afectan a las mascotas.
4 Comments
Leave a Reply