Gorgi es un perro callejero malnutrido que entró en una comisaría de policía del centro de Bayamón, en Puerto Rico sin saber que eso cambiaría su vida para siempre.
Según explicó el sargento Tony Montesinos: »Se acercó asustado, buscaba afecto y protección. Esa tarde le dimos agua y comida y después de comer se quedó con nosotros un rato y luego se fue».
Al día siguiente el perro volvió a la comisaría y viendo lo amigable que era, los agentes decidieron adoptarlo. Gorgi no solo encontró un hogar donde lo quieren, también encontró trabajo: Gorgi se convirtió en el perro supervisor de la comisaría e incluso tiene placa y chaleco.