Jeremiah Peterson es un hombre estadounidense que decidió bajar de peso y ponerse en forma al darse cuenta de que sus hijos se avergonzaban de él. Jeremiah pesaba más de 130 kilos y en cinco meses ha conseguido bajar más de 40.
»Mi mujer y mis hijos me llamaron un día para que les fuera a ayudar porque se les había estropeado la bicicleta. Salí a toda prisa olvidándome de ponerme la camiseta. Cuando me bajé del coche me di cuenta que todo el mundo podría ver mi inmensa barriga y sentí lo avergonzada que se sentía mi familia al verme así. No había pensado mucho en mi aumento de peso hasta ese momento».
Esa situación provocó un cambio importante en la mente de este padre de familia. Se puso el reto de deshacerse del sedentarismo. »Ahora me miro en el espejo y siento que soy otra persona, mi familia es mi motor para todo, necesitaba este cambio para ser mejor padre», explica.
Jeremiah ha ido publicando todos sus avances en su perfil de Instagram y se ha convertido en una inspiración y en un ejemplo de superación.
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