El mes pasado conocíamos la historia de Kirill Tereshin, un ruso de 21 años de edad que se inyectó una mezcla casera de aceites en los brazos para aumentar el tamaño de estos.
Ahora los médicos le han advertido del riesgo que corre de parálisis como consecuencia de haberse inyectado esta mezcla en los bíceps. Los especialistas le han avisado que podrían llegar a amputarle ambos brazos si no quiere morir.
A pesar de las advertencias, el joven de 21 años dice que seguirá inyectándose más aceite porque quiere tener un brazos más grandes todavía.
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