Las protestas de los ‘chalecos amarillos’ se siguen llevando a cabo en las calles de París y en una de esas protestas un policía llegó a sacar su pistola reglamentaria y apuntó a la multitud para intentar frenar a los manifestantes que cada vez estaban más cerca de ellos y no paraban de tirarles objetos a los agentes.
Actualmente las protestas están siendo menos numerosas, pero en esta ocasión los agentes se vieron sorprendidos por una multitud que corría hacia ellos tirándoles todo tipo de cosas mientras intentaban irse en sus motos.
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