Un pueblo cercano a Cartagena (Colombia) tiene una tradición muy particular, Diego Iglesias (CQC) viajó hasta allí y descubrió que en esa ciudad muchos jóvenes debutan sexualmente con animales.
En este pequeño pueblo las burras son usadas para satisfacer las necesidades sexuales de los granjeros y peones. Tal es así que las utilizan constantemente para saciar su apetito sexual.
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