Una peluquería llamada Royal Paws Pet Salon, en Carolina del Norte (Estados Unidos) ha dado la voz de alarma al ver cómo algunos de sus clientes llevaban a las mascotas con los testículos cubiertos de purpurina. Parece ser que es un nuevo reto viral y es algo que el establecimiento rechazó desde el primer momento: »Nos gusta hacer cosas creativas, pero esto no», publicaron desde la clínica.
El centro mostraba su desacuerdo a través de Facebook. Lo que aplican algunas personas a sus mascotas contiene purpurina comestible y jarabe de maíz para que se adhiera a la superficie del animal.
Muchos usuarios también se indignaron con las imágenes: »Esto muestra el nivel de irresponsabilidad que tienen algunos dueños de mascotas que preferirían que los testículos de sus perros se sumergieran en purpurina y luego los castraran para controlar la población de mascotas», comentaba una persona.
Un experto ha calificado esta nueva »moda» de preocupante y perturbadora. Los veterinarios advierten que no es una buena idea hacerle este tipo de cosas a un animal: »Los perros son seres sensibles que merecen respeto, no son accesorios de moda».
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